Poner en marcha tu proyecto es un sueño maravilloso, estás cargado de ilusiones, de ideas y de motivación. Trabajas en lo que te apasiona, te liberas de un horario concreto, tomas tus propias decisiones…
Pero además de esas partes gratificantes existen otros componentes del trabajo por cuenta propia que pueden ser menos agradables como trabajar muchísimas horas, ocuparte de todas las áreas de tu negocio, ver reducida tu vida social…
En ocasiones y casi sin darnos cuenta, nos vemos inmersos en un mar de tareas e imprevistos, tu equipo no para de hacerte preguntas interrumpiéndote, no sabes muy bien que es lo prioritario que puedes hacer para aumentar tu facturación… perdemos foco en lo realmente importante.
1_ La ausencia de objetivos es uno de los motivos por los que acabas haciendo un sinfín de tareas sin saber muy bien para que sirven.
2_ No saber delegar.
3_La interrupción continuada de tus colaboradores que te llevan a alargar la jornada sin acabarlas tareas que tienes programadas.
Yo también me he visto en esa situación, de encontrarme como pollo sin cabeza a causa de estos errores.
Pero no te preocupes! Afortunadamente los tres tienen solución!
Si te parece empezamos por el primer punto.
Vamos a echar la vista atrás, cuando decidiste emprender tu proyecto:
- ¿Qué objetivos te marcaste?
- Si los marcaste, ¿has revisado esos objetivos periódicamente?
- ¿Qué resultados has obtenido respecto a esos objetivos?
- ¿Creaste un plan de acción para conseguir esos objetivos?
Si las respuestas han sido mayoritariamente no, estás en un pequeño caos ya que no sabes que es lo que quieres conseguir con tu proyecto y si no sabes definir que quieres conseguir no podrás trazar una hoja de ruta que te lleve hacia tus sueños.
Esta ausencia de objetivos es uno de los motivos por los que acabas haciendo un sinfín de tareas sin saber muy bien para que sirven.
Tranquilidad!! A continuación te voy a dar 3 herramientas para que marques tus objetivos, crees tu plan de acción y midas tus resultados.
1_ Define unos objetivos:
Pueden ser anuales, semestrales o trimestrales, según tu tipo de negocio. Pero debes marcarlos con el método SMART. Esto es el acrónimo de:
S: Específicos: han de ser concretos (facturar más no es un objetivo específico)
M: Medibles: tiene que ser un objetivo cuantificable, lo tienes que poder medir de alguna manera para saber si lo has alcanzado.
A: Alcanzables: ha de ser posible conseguirlo, está bien que sea ambicioso, pero no inalcanzable
R: Realista: debe ser algo que esté dentro de tus posibilidades, teniendo en cuenta en la situación que estas.
T: Marca un periodo para conseguirlos: estipula un tiempo para alcanzarlo; 1 mes, tres meses, 1 año…
Esto no es un objetivo bien marcado:
- Ganar dinero con mi negocio el primer año.
Esto si es un objetivo bien marcado:
- Obtener un beneficio neto de 3000€ el primer trimestre de este año vendiendo con el producto/ servicio x.
- Aumentar el ticket medio de mi tienda un 10% en tres meses ofreciendo artículos complementarios a la compra.
Mantenerse motivado, enfocado y priorizar según los objetivos que te hayas marcado parece fácil, pero en la práctica no lo es tanto.
2_Define un plan de acción con el que te comprometas.
Una vez marcados los objetivos tienes que elaborar un plan con acciones concretas que te lleven a ir acercándote a esos objetivos, también es útil elaborar una cronología valorando los tiempos que te llevará acabar cada acción.
Te pongo un ejemplo:
Objetivo | Aumentar el ticket medio de mi tienda un 10% en tres meses | ||||
Acción | Tareas | Tiempo ejecucción | Inversión | Responsable | Resultados |
Mejorar mis escaparates | · Planificación de escaparate · Compra de materiales · Montaje | x horas
x horas
x horas | x horas
x €
x horas | Yo
Encargada |
|
Te dejo el descargable del cuadro para que te puedas programar bien.
https://planaccion.s3.eu-west-3.amazonaws.com/Plan_acci%C3%B3n_post.xlsx
3_ Haz periódicamente revisiones de los resultados que vas consiguiendo.
De todas las acciones que has diseñado para cumplir tus objetivos, analiza cuales son las que han funcionado y celébralo, y las acciones que no han dado los resultados esperados utilízalas para aprender y piensa nuevas maneras para hacer las cosas. Hay muchas opciones, tira de creatividad. De esta manera no perderás la motivación.
El segundo de los motivos por los que tu jornadas laborales se alagan es el no saber delegar.
Para poder delegar lo primero que tienes que hacer es tener confianza en tus colaboradores.
La desconfianza genera miedo y dificultades para delegar. No confiar en la capacidad de tu equipo para llevar a cabo las tareas desembocará en control y en una carga de trabajo muy alta.
La confianza es indispensable para construir relaciones tanto laborales como personales y se fundamenta en tres pilares básicos:
- Competencia
La falta de competencia se puede solucionar a través del aprendizaje, cualquier habilidad puede ser entrenada.
- Credibilidad
Confiamos en los demás en la medida que los actos pasados verifican nuestro pensamiento de credibilidad.
- Sinceridad
Confiamos en el otro en la medida que pensamos que es sincero y desconfiamos si pensamos que miente.
Piensa en si se cumplen estos tres principios con los miembros de tu equipo, si no es así, tendrás que reparar la confianza para poder delegar.
Por último el tercer error es permitir la interrupción continuada de tus colaboradores.
Pongamos un ejemplo:
Una mañana estás organizando las facturas para llevarlas al asesor y tus dos colaboradoras no paran de entrar haciendo preguntas sobre stock, sobre que parece que falta papel higiénico en el baño… y todas ellas necesitan respuestas inmediatas, esto significa que tienes que parar lo que estás haciendo cada 10 minutos para atender preguntas y/o peticiones que deberían solucionar por ellos mismos.
El cerebro tarda unos 3 minutos en volver a concentrarse totalmente en la tarea que estaba realizando.
Y así todos los días…
Una buena manera de contestar a este tipo de preguntas sería:
Y tu, ¿qué harías? ¿cómo podrías solucionarlo?
Conseguir que tus colaboradores tengan un grado de autonomía y responsabilidad te liberará de muchas interrupciones diarias y te permitirá ahorrar tiempo y mejorar tu nivel de estrés.
Una de las cosas que puedes hacer para reducir estas interrupciones es fomentar la responsabilidad personal de cada miembro del equipo.
Esto implica empezar a dejarles hacer pequeñas aciones:
- Haz una lista de tareas que pueda hacer y coméntala con cada uno de ellos.
- Comprueba que están capacitados (entrenados) para cada una de las tareas.
- Al principio tendrás que supervisar cómo hacen las tareas que has encomendado
- Poco a poco serán más autónomos y esto liberará tu tiempo.
Si quieres conseguir que tu equipo sea más autónomo y responsable para poder liberar tu tiempo y ser más productivo, apúntate a mi lista para recibir mi Workbook «Cómo Delegar para escalar tu negocio»
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